La Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, celebrada el último domingo del tiempo ordinario, marca el cierre del año litúrgico en la Iglesia Católica. Instituida por el Papa Pío XI en 1925 a través de la encíclica Quas Primas, esta fiesta no solo es una declaración de fe, sino también una proclamación del reinado de Cristo como fuente de esperanza y guía para la humanidad.
Cristo, Rey de un Reino que no es de este Mundo
A diferencia de los reyes terrenales que gobiernan mediante el poder y la autoridad temporal, el reinado de Jesucristo trasciende fronteras y estructuras humanas. Como Él mismo dijo a Pilato: “Mi reino no es de este mundo” (Jn 18, 36). Su trono es la cruz, su cetro es el amor, y su corona es de espinas, signo de un reinado que se ejerce mediante el servicio y el sacrificio.
Este día nos recuerda que Cristo reina en los corazones de quienes se abren a su gracia. Su reino no es impuesto, sino ofrecido libremente como una invitación a vivir bajo los valores del Evangelio: la verdad, la justicia, la paz y la caridad.
Una Fiesta con un Mensaje Contemporáneo
El contexto histórico de la institución de esta solemnidad era significativo. En 1925, el mundo estaba marcado por ideologías que negaban a Dios y exaltaban el materialismo, el individualismo y el nacionalismo extremo. Frente a esta crisis espiritual, el Papa Pío XI quiso reafirmar que Cristo es el Señor de la historia y que ningún sistema humano puede sustituir el lugar de Dios en la vida de las personas.
Hoy, esta festividad sigue siendo relevante. En un mundo dividido por conflictos, desigualdades y relativismo moral, proclamar a Cristo como Rey del Universo es un llamado a reconocerlo como la verdadera fuente de unidad, reconciliación y salvación.
El Significado Litúrgico y Espiritual
En la liturgia de esta solemnidad, las lecturas nos invitan a reflexionar sobre la naturaleza del reinado de Cristo. En el Evangelio según san Mateo (25, 31-46), se presenta el juicio final, donde el Rey separará a las ovejas de los cabritos según las obras de misericordia realizadas. Este pasaje subraya que el reinado de Cristo se manifiesta en el amor concreto hacia los más necesitados.
El prefacio de la misa también proclama la visión del Reino de Cristo como un “reino eterno y universal, un reino de verdad y de vida, un reino de santidad y de gracia, un reino de justicia, amor y paz”.
Cómo Celebrar a Jesucristo Rey del Universo Hoy
- Renovando nuestra Fe y Confianza: Reconocer a Cristo como Rey implica aceptar su autoridad en nuestra vida y vivir según sus enseñanzas.
- Practicando las Obras de Misericordia: Servir a Cristo en los demás, especialmente en los pobres y marginados, es una manera concreta de extender su Reino.
- Orando por la Unidad del Reino de Dios: Pidamos que todos reconozcan a Cristo como Señor, para que su paz y justicia reinen en el mundo.
Un Llamado a la Esperanza
La Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo no es solo un recuerdo, sino una proclamación profética: el mal, la injusticia y el pecado no tienen la última palabra. El Reino de Cristo ya está presente entre nosotros, creciendo como una semilla, y llegará a su plenitud al final de los tiempos.
Como fieles católicos, estamos invitados a ser instrumentos de este Reino, llevando a Cristo a cada rincón de nuestras vidas y proclamando con nuestras acciones que Él es el Rey del Universo, el Rey de nuestros corazones.
¡Que esta celebración sea un motivo de alegría, esperanza y renovación para todos nosotros!